Antes del 7 de octubre, Cisjordania ya sufría una escalada de violencia. Pero desde el ataque de Hamás contra Israel y la posterior respuesta del Estado judío, la calidad de vida en el territorio ocupado no ha parado de deteriorarse. Como explica Bárbara Ayuso, enviada especial de EL PAÍS a Cisjordania cuando se cumplía el primer mes de guerra, los palestinos de esta región son víctimas de una doble violencia: la de los colonos israelíes, que avanzan con construcciones y asentamientos ilegales, y la que ejercen las fuerzas armadas.
En este vídeo, Ayuso y el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Jesús Núñez, explican cómo ha cambiado el día a día de los habitantes de la zona desde el inicio de la guerra en la franja de Gaza y por qué ha crecido la simpatía hacia Hamás en Cisjordania. Para Núñez, el respaldo hacia el grupo islamista en la región se incrementa, pues “lo identifican como el único actor que resiste a la ocupación israelí”.