En Israel se ha producido un silenciamiento de las voces disidentes tras la masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamás y la posterior ofensiva militar israelí en Gaza. Los ciudadanos temen ser detenidos si se les acusa de haber hablado abiertamente sobre la guerra.
En Israel se ha producido un silenciamiento de las voces disidentes tras la masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamás y la posterior ofensiva militar israelí en Gaza.
Los palestinos aseguran que temen ser detenidos si se les acusa de haber hablado abiertamente sobre la guerra, incluso por dar un ‘me gusta’ o compartir mensajes en Facebook.
Por otro lado, los críticos israelíes, incluidos profesores universitarios, periodistas y políticos, han sufrido ataques por hablar abiertamente sobre el conflicto.
La política árabe-israelí Aida Touma-Suleiman, que ha condenado el brutal ataque de Hamás contra los israelíes, dice que se le impide mostrar una compasión similar hacia los palestinos en Gaza. “Ya no salgo a pasear con mis nietos porque no quiero que nadie sepa que son mis nietos”, ha explicado.
“Existe una enorme incitación (al odio) contra cualquiera que se atreva a protestar contra esta guerra o incluso a mostrar un poco de empatía con lo que está sucediendo en Gaza. No se nos permite ni siquiera llorar por un niño palestino asesinado allí”, ha asegurado Touma-Suleiman.
Monitorización del discurso de odio en tiempos de guerra
En febrero, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, creó un grupo de trabajo diseñado para vigilar el discurso de odio contra el Estado de Israel.
En las últimas semanas, el sistema judicial israelí ha confirmado la prisión preventiva de aquellos acusados de violar la ley. Los jueces aseguran que es necesaria dado que el país se encuentra en “tiempo de guerra”.
Amir Badran e Itamar Avneri, de la Guardia de la Asociación Árabe Judía, son aliados políticos palestinos y judíos que están trabajando para lograr un enfoque conjunto para abordar el miedo y el odio que se ha deteriorado gravemente entre las dos comunidades.
“Los judíos y los árabes tienen miedo, pero los árabes siguen siendo amenazados. Se llevan a cabo muchas detenciones de jóvenes, y no sólo de jóvenes, porque en realidad no estaban haciendo nada en las redes sociales», ha apuntado Amir Badran.
«Si ponen un ‘me gusta’ o ponen una simple foto, inmediatamente los toman por terroristas, por personas que apoyan a Hamás”, ha asegurado.
“El pueblo judío está muy ansioso, tiene miedo», ha afirmado Itamar Avneri. «La gente también está ansiosa y hay tensión entre judíos y árabes en Israel. Es muy natural, pero estamos tratando de reducir la tensión y evitar que estalle la violencia», ha apuntado.
Un funcionario del gobierno israelí dijo a Euronews que el país «monitorea la incitación (al odio) e investiga cada caso».